Cuando la mente nos atormenta

Hay momentos en la vida, en que las circunstancias nos ponen a prueba. Y en vez de usar todos nuestros recursos en solucionar el problema, nosotros mismos nos lo agravamos dejando que nuestra mente cree a su antonjo todo un sinfín de situaciones hipotéticas, a cada cual más desastrosa. ¿Te suena de algo? Seguro, a todos nos pasa, tranquilo.La mente atormenta

Lo primero, no te sientas mal o te sientas culpable por dejar a tu mente vagar libre y salvaje. Si hasta ahora no has hecho por controlarla y siempre te has sentido un poco a su merced, quizás sea el momento de cambiar ese hábito y empezar a controlar un poquito nuestra mente para que no nos genere más problemas. Ten en cuenta que tu mente hace su trabajo, que es proporcionarte opciones y soluciones. El problema es que esté todo el rato generando escenarios y que en vez de hacernos sentir seguros al contemplar las opciones, nos agobie el tema y acabemos con ansiedad, depresión, tristeza...

Si te encuentras en esa situación, te propongo el siguiente ejercicio. No te va a resolver el problema, pero va a hacer que te sientas mejor y que afrontes las circunstancias de una manera mas serena y equilibrada.

Normalmente, la sensación nos viene cuando estamos relajados o no estamos realizando ninguna actividad en el que la mente esté ocupada. Por ejemplo, cuando salgo a pasear después de mi jornada, cuando me tumbo en el sofá antes de acostarme y sobre todo, cuando me voy a la cama e intento dormir. Es cerrar los ojos y nuestra mente nos bombardea con una variedad tremenda de opciones a cada cual peor no, ¿verdad?

Empecemos por recordarle que vivimos en el presente. Su trabajo es buscar soluciones para el futuro o mejorar actos pasados. Pero hoy no, hoy le vamos a decir que cuando se presente el problema. Estoy preocupada por algo, cierto. No depende de mi el solucionarlo, pues lo mismo es una noticia que espero (buena o mala), una resolución de otra persona...cosas que no están en mi rango de acción. ¿Puedo hacer yo algo para solucionarlo? ¿no? pues me digo: stop, vivo en el presente y lo resolveré cuando se presente.

Cuando hayas parado tu mente, comienza a realizar respiraciones conscientes. Toma aire, cuenta 3, ve soltando el aire lentamente en 6 tiempos, cuenta hasta 2 para tomar aire y comienza otro ciclo de respiración. Si puedes visualizar algo que te transmita paz (una playa, un lago en calma, un bosque...) hazlo mientras controlas la respiración. Este ejercicio te calmará y te ayudará a dormir.

Si sientes un nudo en el pecho (ansiedad), colocate un cuarzo rosa, una amatista, una selenita, una turmalina o un ágata musgosa. Todas estas piedras tienen la propiedad de calmar esa sensación y de relajarte. Si el nudo es más a nivel de estómago, recurre a la calcita amarilla, te aliviará las molestias.

Ánimo, esto también pasará.